Marie Curie nació el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia, Polonia.
Fue la última de los cinco hijos de los maestros Bronislawa
Boguska, y Wladyslaw Sklodowski, que impartía clases de matemáticas y física.
Cuando tenía diez años de edad comenzó a asistir a la escuela
internado de J. Sikorska; después asistió a una escuela para las niñas, en la
que se graduó el 12 de junio 1883 con medalla de oro.
Sufrió un colapso, posiblemente debido a una depresión, y
pasó un año en el campo con parientes de su padre, y el año siguiente con su
padre en Varsovia, donde dio clases particulares porque no fue posible
inscribirla en una institución de educación superior por ser mujer. Junto a su
hermana Bronislawa ingresó en la clandestina Uniwersytet Latajacy, una
institución de educación superior que si admitía estudiantes femeninos.
En 1891 partió hacia París, donde cambió su nombre por Marie.
En 1891 se matriculó en el curso de ciencias de la Universidad parisiense de la
Sorbona. Pasados dos años, finalizó sus estudios de física con el número uno de
su promoción. Compartió su tiempo de estudio con el aprendizaje y la actuación
en un teatro de aficionados.
En 1894 conoció a Pierre Curie. En ese momento, los dos
trabajaban en el campo del magnetismo. Con 35 años, Pierre Curie era una
brillante esperanza en la física francesa. Se enamoró enseguida de aquella fina
y casi austera polaca de 27 años que compartía su fe altruista en la ciencia.
Después de que Pierre le propusiera matrimonio y la convenciera para vivir en
París, celebran el 26 de julio de 1895 su boda con una sencillez extrema: ni
fiesta, ni alianzas, ni vestido blanco. La novia luce ese día un traje azul
común y corriente y luego, con su novio, monta en una bicicleta para iniciar la
luna de miel por las carreteras de Francia.
El matrimonio tuvo dos hijas, una de ellas también ganó un
Nobel: Irène Joliot-Curie y su marido, Frédéric, recibieron el Premio Nobel de
Química en 1935 por la obtención de nuevos elementos radiactivos.
Marie Curie estaba interesada en los recientes
descubrimientos de los nuevos tipos de radiación. Wilhelm Roentgen había
descubierto los rayos X en 1895, y en 1896 Antoine Henri Becquerel descubrió
que el uranio emitía radiaciones invisibles similares. Por todo esto comenzó a
estudiar las radiaciones del uranio y, utilizando las técnicas piezoeléctricas
inventadas por Pierre, midió cuidadosamente las radiaciones en la pechblenda,
un mineral que contiene uranio. Cuando vio que las radiaciones del mineral eran
más intensas que las del propio uranio, se dio cuenta de que tenía que haber
elementos desconocidos, incluso más radiactivos que el uranio. Marie Curie fue
la primera en utilizar el término 'radiactivo' para describir los elementos que
emiten radiaciones cuando se descomponen sus núcleos.
Su marido acabó su trabajo sobre el magnetismo para unirse a
la investigación de su esposa, y en 1898 el matrimonio anunció el
descubrimiento de dos nuevos elementos: el polonio (Marie le dio ese nombre en
honor de su país de nacimiento) y el radio. Durante los siguientes cuatro años
el matrimonio, trabajando en condiciones muy precarias, trató una tonelada de
pechblenda, de la que aislaron una fracción de radio de un gramo.
En 1903 les concedieron el Premio Nobel de Física por el
descubrimiento de los elementos radiactivos, que compartieron con Becquerel.
Sin embargo, para ellos, esta gloria es un "desastre"; muy reservados
los dos, devorados por la misma pasión por la investigación, sufren al verse
apartados de ella y al ver su laboratorio asaltado por gente inoportuna, su
modesto pabellón parisino invadido por los periodistas y los fotógrafos. A las
frivolidades que les pesan, se añade un correo cada vez más voluminoso, del que
se ocupan los domingos. Marie Curie se convirtió en la primera mujer que
recibía este premio.
En 1904 Pierre Curie fue nombrado profesor de física en la
Universidad de París, y en 1905 miembro de la Academia Francesa. Estos cargos
no eran normalmente ocupados por mujeres, y Marie no tuvo el mismo
reconocimiento. Pierre falleció mientras cruzaba la calle Dauphine, atropellado
por un carro de caballos el 19 de abril de 1906. A partir de este momento,
Marie se ocupó de sus clases y continuó sus propias investigaciones.
En 1911, Marie protagonizó un escándalo cuando estableció una
relación con el físico Paul Langevin, que estaba casado. Parte de la prensa se
lanza contra la "ladrona de maridos", "la extranjera". Este
mismo año la otorgaron un segundo Nobel, el de Química, por sus investigaciones
sobre el radio y sus compuestos. Fue nombrada directora del Instituto de Radio
de París en 1914 y se fundó el Instituto Curie.
En mayo de 1921, gracias a la periodista estadounidense Mary
Meloney, ella y sus hijas se trasladaron a los Estados Unidos, donde, gracias a
fondos recaudados entre la comunidad polaca y a algún millonario estadounidense
pudieron comprar un gramo de radio para el Instituto del Radio. Además,
consiguió el dinero extra para equipo de laboratorio.
Marie Curie sufrió una anemia perniciosa causada por las
largas exposiciones a la radiación. Tras quedar ciega, falleció el 4 de julio
de 1934 en la Clínica Sancellemoz, cerca de Passy, Alta Saboya, Francia. Fue
enterrada junto a su marido en el cementerio de Sceaux, pocos kilómetros al sur
de París.
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