Nombre Completo: Martín de Porres Velázquez
Nació el 9 de diciembre de 1579 en Lima, Perú.
Hijo del hidalgo español Juan de Porres, miembro de la Orden
de Alcántara, y de la afro-panameña Ana Velásquez. En 1581 nació Juana, su
única hermana.
Fue bautizado en la misma pila bautismal en que siete años
más tarde lo sería Santa Rosa de Lima, en la iglesia de San Sebastián.
Martín aprendió el oficio de barbero, que incluía el de
cirujano y medicina general, aunque consagró su vida a ayudar a los más
desfavorecidos.
En 1594, entró en la Orden de Santo Domingo de Guzmán.
Después de largos y denodados esfuerzos, se le concedió el
hábito de religioso en 1603.
Otorgando votos de pobreza, obediencia y castidad. San Martín
de Porres se sometía a severas penitencias y a intensas horas de oración,
dormía y se alimentaba poco. Su servicio como enfermero se extendía desde sus
hermanos dominicos hasta las personas más abandonadas que podía encontrar en la
calle.
Su santidad se manifestó a través del amor que mostró por los
demás y la gran pureza de su vida, especialmente en el cuidado que siempre
dispensó a los pobres y los enfermos, enfermero y hortelano herbolario, Fray
Martín cultivaba las plantas medicinales que aliviaban a sus enfermos.
Martín de Porres murió en Lima el 3 de noviembre de 1639.
Gozó ya en vida de fama de santidad. Prueba de ello fue su
multitudinario entierro. La ciudad entera se volcó para verlo por última vez.
Su cuerpo fue llevado procesionalmente hasta su sepultura en hombros de
Feliciano de la Vega (arzobispo de México), Pedro de Ortega Sotomayor (deán de
la catedral de Lima y después obispo del Cusco), Juan de Peñafiel (oidor de la
Real Audiencia) y Juan de Figueroa Sotomayor (regidor del cabildo y más tarde
alcalde limeño), entre otras notabilidades presentes a la hora del entierro.
Fue canonizado en la Basílica de San Pedro en el Vaticano por
el papa Juan XXIII en 1962 convirtiéndose en el primer mulato en ser canonizado
por la Iglesia.
Los milagros aprobados por la Iglesia para su canonización
ocurrieron en Asunción (Paraguay) y en Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias).
Se le atribuye el don de la bilocación. Estando el santo en Lima, se dice que
fue visto en África, en México, en China y en Japón. Mientras permanecía
encerrado en su celda, lo vieron llegar junto a la cama de ciertos moribundos a
consolarlos o curarlos. También lo vieron entrar y salir de recintos con las
puertas cerradas. Los animales atendían a sus mandatos. Además, se le atribuyó
el don de la sanación, sobre todo de enfermos desahuciados.
Su festividad se celebra el 3 de noviembre. El Gobierno
peruano lo declaró Patrono de la Justicia Social.
Sus restos mortales descansan en la Basílica y Convento de
Santo Domingo de Lima, junto a los restos de Santa Rosa de Lima y San Juan
Macías en el denominado "Altar de los Santos Peruanos".
Beatificación: por Gregorio XVI en 1837
Conocido como: El santo de la escoba